En los pasados años 2016 y 2017,
el Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola ha llevado a cabo
intervenciones de excavación y control arqueológico en apoyo y colaboración con
proyectos, sin duda modestos, de consolidación y recuperación de dos templos
del patrimonio histórico-artístico de Cantabria a los que el abandono y la
desidia habían convertido en ruinas menos que venerables.
La vieja iglesia
parroquial de Santa Leocadia, situada a medio camino entre la localidad de
Borleña de Toranzo y su barrio alto de Salcedillo, se había dejado a la incuria
desde la construcción del nuevo templo de San Antonio a finales del siglo XIX,
lo que había favorecido el arruinamiento casi completo y el saqueo de sus
materiales. En esto la sociedad civil, con el protagonismo de la Asociación
Santa Leocadia, inició el camino hacia la recuperación de lo que era ya una
ruina venerable mediante una intervención arqueológica, para lo cual se puso en
contacto con el Instituto Sautuola. Una vez concedidos los preceptivos permisos
del Servicio de Patrimonio se comenzaron los trabajos en septiembre de 2016 y
se extendieron hasta diciembre de 2017, en dos fases, puesto que la amenaza de
colapso de la bóveda de la cabecera obligaba a construir una cimbra de
seguridad y a elaborar un proyecto de arquitectura de intervención.
Aspecto de la nave de Santa Leocadia de Borleña, al finalizar el desescombro de la nave (Foto. M. García Alonso)
Una intervención con
similares características se ha desarrollado en la arruinada ermita de San
Julián en Liendo situada en el barrio de Villanueva, muy próxima a la playa del
mismo nombre, en pleno paso del actual
Camino de Santiago de la Costa. La corporación local comenzó
una actuación sobre esta construcción para detener su deterioro, agudizado por
la pérdida hace pocos años de buena parte de la bóveda de su cabecera, y
proceder a su recuperación, para lo que ha contado con la actuación
desinteresada del Instituto Sautuola y de la Sección de Amigos del Románico en
Cantabria, que realizó también una aportación económica de Amigos del Románico
de España. En este caso, los trabajos se desarrollaron en dos fases, la primera
en diciembre de 2016 y la segunda entre agosto y octubre de 2017.
Planta de San Julián de Liendo, según J.L. Rivera Cobo
De inciertos
orígenes, probablemente góticos o tardorrománicos, la fábrica arruinada de
Santa Leocadia conservaba en su testero elementos de aquellos momentos, pero el
resto de la edificación ofrecía el resultado de modificaciones y añadidos
posteriores, tanto de muros como de reformas interiores, que irían dando su
aspecto final al edificio durante los siglos del renacimiento y el barroco. En
el caso de San Julián, la ermita está considerada como la obra arquitectónica
más antigua de su municipio, incluso es probable que la construcción
tardorrománica hunda sus raíces en otra anterior, una idea enfatizada desde el
año 1989 por el hallazgo en su entorno de una necrópolis medieval y aunque la
intervención llevada a cabo no ha podido confirmar esta hipótesis sí que se ha
detectado una ampliación y diferentes reformas. El paso del templo a manos
privadas acarrea el abandono progresivo del edificio por un deficiente
mantenimiento.
La labor altruista del Instituto
Sautuola tiene viejos precedentes, sus integrantes vienen colaborando a favor
de la recuperación del patrimonio de la región como muestran sus intervenciones
en las arruinadas capillas de Santa Cruz de Monte Corona, de San Pedro de
Caviedes o de Santa María del Valle de Navedo. En las intervenciones en Borleña
y Liendo ha contado
con la inestimable ayuda de voluntarios a favor del patrimonio y ha consistido,
en ambos casos, en rematar la limpieza de vegetación en el interior del templo,
desescombrar con control y método arqueológico, tratar de recuperar la piedra y
sillares para su uso posterior en labores de restitución, excavar hasta los
niveles de suelo de uso litúrgico y realizar un estudio de arqueología muraria
que ayuda a comprender mejor la historia de los paramentos con el fin de
mejorar la intervención de recuperación que se ha de desarrollar allí, además
de emitir, como es exigible, los resultados de la intervención al organismo
competente, a la comunidad científica y al público. La intervención, hasta el
momento, ha permitido documentar la historia de dos viejas fábricas y su
proceso de arruinamiento, la historia de un patrimonio menor, de ámbito rural,
pero que no por eso es menos valiosa. Una recuperación de la memoria para la
comunidad aldeana concreta que le dio vida y muerte, pero también un paradigma
para numerosas comunidades aldeanas de la Cantabria interior rural, de ahí su
interés mayor.
Confiamos en que las
labores realizadas tengan el fin deseado, la recuperación paulatina de
elementos de nuestro patrimonio cultural inmueble, aportando dos lugares
culturales más a la red regional del patrimonio histórico-artístico recuperado.
El Instituto Sautuola, con estas enriquecedoras experiencias y siempre dentro
de su profesionalidad, se suma a las iniciativas que la sociedad civil emprende
y seguirá apostando en el futuro inmediato por estas actuaciones a favor de un
tipo de patrimonio que languidece abandonado a su suerte en la mayoría de las
ocasiones.
En ambas actuaciones
ha habido sendas entidades que han asumido como objetivo mínimo la
consolidación de las estructuras arquitectónicas puestas en completa evidencia.
Para la ruina de Santa Leocadia es la asociación homónima, Santa Leocadia.
Memoria, Cultura y Territorio a través del mecenazgo reunido por los contactos
personales y a través de la Red; para la ermita de San Julián es el propio
Ayuntamiento de Liendo. A ambas instancias nuestro Instituto les desea el mayor
éxito en el empeño asumido, de manera que aseguren una dilatada vida futura a
las ruinas objeto de estas intervenciones.
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